Desde hace unos 8 años tengo problemas con el peso, serios problemas, que empeoraron unas lesiones en la columna y las rodillas. Por lo que este año me propuse hacer un cambio, no un simple cambio, un GRAN CAMBIO.
Los que me conocen saben que desde muy pequeña bailo, montaba coreografías y entrenaba entre 17 a 21 horas por semana, modestia aparte, mis grupos de baile del colegio se llevaron el primer lugar, 3 años seguidos, compitiendo con quienes pagaban a profesionales para el montaje de las coreografías. (Perdón, mi ego habló).
Cuando tuve el primer accidente, los dos médicos que me atendieron me prohibieron entrenar y bailar, lo que me llevó a la depresión y ansiedad por muchos años. Me frusté por no poder hacer lo que realmente amaba: bailar. Intentaba hacerlo, pero el dolor muchas veces era y es insoportable.
Mira, que Dios sabe cómo mueve sus fichas, porque a finales del año pasado estaba pensando que las medicinas que me había mandado el médico para el dolor me hacen mal y que necesitaba ponerle un alto a mi aumento de peso, a lo que una hermosa amiga a quien adoro y admiro muchísimo, me contó que había empezado a entrenar en un gym, me pasó los datos del entrenador que es médico y allí empezó todo.
Empecé mi entrenamiento el 6 de enero de este año, sí, mi autoregalo de Reyes Magos. He hecho ejercicios que jamás pensé que volvería a hacer y puedo bailar, aún no siento que floto como cuando antes bailaba ni tampoco puedo sostener mi propio peso con mis brazos, pero me siento muchísimo mejor. Les miento si les digo que no he llorado, hay días en los que tengo que parar a mitad de clase para aguantarme las ganas de llorar porque el dolor no lo soporto, pero hay algo que me prometí jamás volver a hacer: rendirme.
Recuerdo cuando me arrolló un auto, pensé que había muerto, empecé a sentir dolor cuando me ayudaron a levantarme y me dije "me duele, estoy viva". Ahora pienso justo en eso mismo, me duele, significa que estoy viva.
La dieta es estricta, demasiado estricta para los zopotocientos saboteadores de dietas con los que convivo a diario, pero a pesar de todo, ese sabotaje me hace más fuerte, me hace pensar en olores y sabores sin siquiera tener que probarlos. Cuando logre mi meta, quizás los vuelva a probar o tal vez ya no quiera de saber de ellos.
He dado un giro de 270º en mi vida, (270º para no ser exagerada y no decir que 360º), porque tuve que empezar a comer pollo (antes no comía carne animal). A veces pienso que me van a salir plumas, pero no, son las plumas que me echan en la cartera mis pericos.
Esta imagen, fue a 3 semanas de empezar y ya podía ver los cambios en mi cuerpo. Este fue el primer cambio que realmente noté, el cual le chatié a mi entrenador porque también se me ha quitado en un 75% la ansiedad por fumar, lo que es un gran logro para mí.
Esta imagen, fue a 3 semanas de empezar y ya podía ver los cambios en mi cuerpo. Este fue el primer cambio que realmente noté, el cual le chatié a mi entrenador porque también se me ha quitado en un 75% la ansiedad por fumar, lo que es un gran logro para mí.
A un mes de haber empezado, bajé 18.5lbs y un promedio de grasa en la zona media de 6%. Estoy muy feliz, ya me estoy alejando de esa imagen de chanchita y siento que estoy volviendo a ser la Zule que era antes, sólo que más madura y con dos tornillos menos en la cabeza.
No puedo estar más feliz con mi entrenador y la atención en @FitTimeGym.
No permitan que su peso arruine su vida. Nunca es tarde para pensar en tu salud.
Publicado el sábado, 8 de febrero de 2014