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Domo: Vivienda portátil para exportación



Origamitek patentó un domo habitable que puede armarse en cuatro horas en terrenos difíciles como desiertos y resistir vientos hasta de 130 km. Ya está en negociaciones con clientes en Europa, Asia y Egipto.

El principal objetivo era llegar a una solución portátil de vivienda y a cambio se encontraron con un desarrollo de exportación que tiene a compradores de varios países (europeos, asiáticos, africanos y de las Américas) llamando a su planta en Yumbo, Valle del Cauca, para hacer negocios.

Después de un año investigando y realizando pruebas de resistencia en el laboratorio de ingenieros de la Universidad de Valle del Cauca, la empresa Origamitek logró crear y patentar un domo habitable y ultraliviano que puede transportarte en camioneta y, una vez ensamblado, permite hasta 150 metros cuadrados de espacio.

Presentaron el domo en la Macrorrueda de Negocios 50 de Proexport Colombia y desde entonces han tenido reuniones casi a diario con clientes interesados. Ya cerraron negocios con Ecuador, Chile, Guyana e Italia, y están en negociaciones con distribuidores en Estados Unidos, Egipto, Canadá y Asia.

Los usos del domo van desde campamentos peroleros, mineros y militares, hasta vivienda para emergencias o zonas de desastre, colegios y centros de salud portátiles y cabañas turísticas.

El sistema de ensamble está basado en la simplicidad. La estructura, por su forma de domo, no necesita columnas o vigas, y tiene dos formas de anclarse al piso: a través de un perfil especial con chazos de expansión si hay losas de concreto y, si es terreno virgen como desiertos, con clavos de 50 centímetros de largo.

También pensaron en la temperatura. Usaron expandidos, los materiales de menos transferencia térmica e instalaron claraboyas en la parte cenital del domo para crear un efecto chimenea, haciendo que el aire caliente suba y baje.

Tienen cinco tamaños de domo, cada uno con posibilidad de conexión entre ellos para crear espacios más grandes.

Este domo es un sueño para los que siempre hemos querido vivir en el Ártico, pero por el frío es imposible porque estamos acostumbrados al calor.