Esta semana fui a un taller, mientras empezaba (ya que faltaba audiencia) me pongo a revisar y respondar los e-mails desde mi celular, un señor se me sienta al lado y me interrumpe para preguntarme cuál es la clave del Wi-Fi a la que estoy conectada y le respondo "no sé señor, yo tengo data". Este hombre (ya adulto) me mira como si yo fuera un extraterrestre o la peor cosa que existe en este planeta por decirle que yo pago mi propia data y no ando pidiendo Wi-Fi en cada lugar.
Estas son cosas que me ponen de mal humor, no me gusta juzgar, pero no se puede ser tan fresco y vivir pegado al Wi-Fi ajeno. Además, eso de pegarse a un Wi-Fi puede conllevar al robo de tu información.
Otra cosa, esto no es la primera vez que me pasa, también me ha pasado en seminarios, charlas, talleres, en fin, eventos donde te invitan a aprender y que tengas el respeto por un expositor, no te invitan a usar su internet para que chatees y revises redes mientras ignoras al que está enfrente tratando de enseñarte algo productivo.
Un consejo: paguen su data y pónganse audífonos si van a escuchar un audio o vídeo, a los demás no nos interesa oírlo.